Llegamos a India, y nuestro primer destino fue Varanasi, la
ciudad sagrada para los Hinduistas ya que se encuentra a orillas del río Ganges,
el río más importante de esta religión.
Recorrimos la ciudad en triciclo y visitamos una fábrica de
telas, típicas de esta zona y famosas por la calidad y la espectacularidad de
sus diseños.
A la mañana siguiente muy temprano partimos rumbo al río
Ganges a conocer los rituales religiosos que se realizan en este río sagrado.
La experiencia es increíble y difícil de describir. Comprender las razones que
llevan a estas personas a realizar tan extrañas y poco higiénicas costumbres, sólo
es posible entendiendo su fanatismo por la religión.
Parte de sus costumbres es cremar a los familiares fallecidos y arrojar sus cenizas al río.
Baño en aguas sagradas.
Nos trasladamos a Agra, ciudad donde se
encuentra una de las siete maravillas del mundo, el Taj Mahal. Construido en su
totalidad en mármol blanco, con incrustaciones de piedras preciosas que decoran
todo el edificio. Considerado el símbolo universal del amor ya que el mismo fue
construido por un emperador como mausoleo para su amada reina.
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